El pasado jueves 14 de julio se efectuó el foro: “Hablemos de Medio ambiente” de manera virtual, a través de Facebook Live de la página oficial de Fundación para el Periodismo –FPP, donde se debatió acerca de la reciente investigación periodística que abroda las amenazas que tiene el área protegida de los guaraníes en Bolivia: Ñembi Guasu.

Este conversatorio contó con la participación de Rocío Lloret editora y periodista de La Región, Daniel Villarroel subgerente de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Tania Frank coordinadora de la Fundación para el Periodismo (FPP), y estuvo bajo la moderación de Eduardo Franco Berton periodista ambiental y editor general de la Red Ambiental de Información (RAI).

En los últimos tres años se han quemado más de 600 mil hectáreas en esta área de conservación que acoge un bosque “casi endémico” y un pueblo en aislamiento voluntario.

Rocío Lloret, autora de la investigación, contextualizó a la audiencia sobre esta reserva indígena: “Ñembi Guazu es un área protegida que fue declarada como tal por el pueblo Guaraní y descrita por ellos como un gran refugio. Los guaraníes tienen cinco áreas protegidas, dos de ellas nacionales; el Parque Nacional Kaa-Iya y Otuquis que está en pantanal y tres subregionales, donde Ñembi Guazu es una de ellas que los guaraníes crearon”.

¿Cuáles son las amenazas de esta zona?

Lloret, menciona las siguientes amenazas que se identificaron durante la investigación periodística:

  • Asentamientos humanos, que son personas que llegan a este lugar, en donde muchos de ellos llegan con resoluciones bajo el brazo, o simplemente asisten a la zona a dejar algunos objetos, construyen una especie de casetas de madera, pero luego se van.
  • Presiones que aceleran los asentamientos humanos como la agricultura y los incendios.
  • Y uno de los hallazgos más fuertes que se ha encontrado en la investigación es el proyecto de abrir o ampliar un camino entre Roboré y Paraguay. Desde 2015, y el ahora actual alcalde de Roboré lleva adelante negociaciones con ganaderos paraguayos para consolidar esta idea. Lo más novedoso es que Paraguay en respaldo de un convenio que se realizó supuestamente de manera interna ya avanzaron con un camino de ripio desde el punto más cercano a la frontera y solo faltaría concluir la parte de Bolivia, desde Roboré a Paraguay.

Lloret señaló que este proyecto no está en los proyectos oficiales del Gobierno Nacional, pero que en la entrevista que se logró con el presidente de los ganaderos paraguayos sostuvo que tienen la intención de reunir a los presidentes de Bolivia y Paraguay en octubre próximo para consolidar este tema, ya que el Paraguay ya que se declaró como un tema de mucha prioridad en el vecino país.

Existen dos razones fundamentales, por la que los ganaderos paraguayos aseguran que esta carretera con ripio es importante para ellos:  la primera es para evitar que los incendios se propaguen, ya que los incendios que hubo en Ñembi Guazo llegaron hasta Paraguay. En este sentido sostienen, que de haber este camino sofocarían las llamas con mayor eficacia, este tema fue divulgado a la población en Roboré donde se explicó las ventajas y desventajas de este camino. Y la otra, es que mejoraría el turismo y los negocios de estos dos pueblos. Asimismo, indicó que Aguas Dulces-Paraguay, que es el punto más cercano a la frontera con Paraguay, es un punto bastante alejado de la capital Asunción, entonces para ellos, llegar hasta Paraguay es mucho más lejos que conectarse con Roboré. “Si uno lo ve desde el punto de vista geopolítico, el conectarse con Roboré, les permite fácilmente conectarse con el Brasil por la carretera bioceánica. Habrá que discutir con los expertos si es o no beneficioso”.

Por otra parte, Daniel Villarroel, Subgerente de la Fundación Amigos de la Naturaleza sostuvo que Ñembi Guazu se constituye en una región cuyas particularidades ambientales pueden ser únicas a nivel mundial ya que cuenta con el tipo de vegetación Abayoy (bosque enano) que crece en suelos arenosos, profundos y de rápido drenaje.” Este tipo de vegetación Abayoy está en un 80% en Bolivia y un 20% en Paraguay”. Además de constituirse un área de transición en lo que viene a ser el chaco y el pantanal.

Villarroel recalcó que, entre las amenazas identificadas, el grado de severidad en cuanto a flora, fauna, suelos, etc. que dejaron los mega incendios producidos en la zona durante el 2019 fue muy alta, “Si había 100 árboles, murieron entre 70 y 90 árboles”.

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