De las 696.362 hectáreas de cobertura  arbórea perdida en Bolivia durante el 2023, el 51% se debe a los incendios forestales y el resto a la expansión de la frontera agrícola. Las mayores pérdidas se registran en los departamentos de Santa Cruz y Beni.

Por: Erika Bayá

Por tercer año consecutivo los informes de la pérdida de bosques primarios en Bolivia, son alarmantes. Según el último reporte de Global Forest Watch GFW, este 2023 perdimos 27% más que en 2022. En cifras exactas en un solo año, se perdieron por distintas causas 696.362 hectáreas de cobertura arbórea, una superficie similar a la del Parque Nacional Amboró.

Los bosques primarios se encuentran entre los más biodiversos, proporcionando muchos servicios ecosistémicos, lo que hace crucial su monitoreo. Según la definición de GFW son “superficies forestales tropicales húmedas naturales maduras, que no han sido despejadas y reforestadas completamente en la historia reciente”.

¿Qué está sucediendo en Bolivia? De acuerdo al investigador y economista ambiental, Stasiek Czaplicki Cabezas, la pérdida de bosques está relacionada al pésimo contexto económico por el que está atravesando el país, faltan dólares y tenemos un gran déficit en la balanza comercial, para solucionar estos problemas el gobierno ha establecido un marco normativo y todas las políticas necesarias para expandir el negocio agrícola. Lo que está pasando es el resultado exitoso de la implementación de esas políticas.

Detalló que el gobierno boliviano ha establecido como objetivo el aumento del hato ganadero de 11 millones de cabezas a 18 millones, sin entender las consecuencias que esto implica, y por otro lado, desde 2020 hasta 2025 se pretende sustituir el 48% de las importaciones de hidrocarburos, por biodiesel.

De acuerdo al informe del portal, en Bolivia el 51% del total de la pérdida de bosques primarios en 2023 sucedió debido al fuego. “…Bolivia experimentó un calor récord en 2023 debido a la combinación del cambio climático provocado por el hombre y el fenómeno natural de El Niño. En 2023, la pérdida de bosques debido a los incendios fue más frecuente en el departamento de Beni, que experimentó más del doble de pérdida de bosques primarios que en 2022. Los incendios forestales volvieron a ser frecuentes en áreas protegidas”.

Con relación a este aspecto, el analista Stasiek Czaplicki dijo que más bien se han ampliado los permisos legales para las quemas y menos del 5% de casos ilegales son sancionados y las sanciones son muy flojas.

Czaplicki analiza también los resultados que GFW arroja sobre los departamentos de Santa Cruz y Beni, donde el gobierno está promoviendo y generando  inversión pública y privada para apoyar a los sectores ganaderos, soyeros y para la incursión en los cultivos de palma africana.  

Según datos de GFW el departamento de Santa Cruz, desde 2002 hasta 2023, perdió 2.53 Mha de bosque primario húmedo, lo que representa 48% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en Santa Cruz disminuyó en 16% en este periodo de tiempo.

El Beni perdió 1.00 Mha de bosque primario húmedo, lo que representa 71% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en El Beni disminuyó en 11% en este periodo de tiempo.

Para el economista ambiental, estas cifras tienen que ver con las facilidades financieras a los sectores productivos. “Se ha establecido un fondo público de 300 millones en créditos para los productores de palma africana y soya, con una tasa de interés de 0,5%, casi un regalo”.

Estos datos muestran lo que estamos viviendo estos últimos años, en un contexto de cambio climático, en donde se exacerban las sequías e inundaciones y el gobierno empuja para que esto suceda. “No esperamos que esto mejore pronto, sino más bien todo lo contrario, tiende a agravarse más en los próximos años”, lamentó el analista.

Global Forest Watch, coincide en su informe con la mirada del analista económico boliviano y dice que además de los incendios, “la expansión agrícola fue el otro gran impulsor de la pérdida de bosque primario. La expansión de la soja ha provocado la deforestación de casi un millón de hectáreas en el país desde principios de siglo, casi una cuarta parte de la cual puede atribuirse a las colonias menonitas. Aunque Bolivia produce mucha menos soja que los países vecinos, la mayor parte de su expansión se ha producido a expensas de los bosques. El gobierno sigue fomentando la industria agroalimentaria fijando ambiciosos objetivos de exportación de soja y carne de vacuno, promoviendo la expansión del biodiésel y subvencionando la actividad agrícola”, concluye textualmente.

Las pérdidas en el mundo

De acuerdo a las declaraciones de Mikaela Weisse, directora de Global Forest Watch, el mundo ha perdido 3.7 millones de hectáreas en 2023, algo así como 10 canchas de fútbol por minuto, durante todo el año, esto ha producido 2.4 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Brasil continúa teniendo el área más grande de pérdida de bosque tropical, sin embargo su contribución disminuyó enormemente de 43% en 2022 a 30% en 2023, esto representa un 36% de reducción en la pérdida de bosques primarios, siendo la disminución más fuerte que hubo en el bioma del Amazonas, sin embargo no todos los biomas experimentan la misma tendencia, el Pantanal, por ejemplo, tuvo un repunte en la pérdida de masa por los incendios.

Otro país con “buenas noticias” es Colombia que tuvo una caída del 49% de disminución entre 2022 y 2023 y la dinámica de pérdida está relacionada con el proceso de paz que vive ese país. El año pasado el gobierno estuvo en tratativas con grupos armados para la conservación de bosques como objetivo explícito.

En la conferencia de prensa mundial, la directora de GFW dijo que si bien las noticias de Brasil y Colombia muestran voluntad política para reducir las pérdidas de bosque, no todos siguen ese camino, como es el caso de Bolivia, Laos y Nicaragua. Laos, perdió en un año, 1.17 Mha es decir que el 14% de su bosque primario húmedo ha desaparecido.  En Nicaragua, el área total de bosque primario húmedo disminuyó en 32%.

Otro país que sigue liderando las pérdidas es la República Democrática del Congo, que desde 2002 hasta 2023, perdió 6.86 Mha de bosque primario húmedo, lo que representa 36% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en el país africano disminuyó en 6.6% en este periodo de tiempo.

Además de los trópicos, los informes también dieron cuenta de los incendios boreales en Canadá que afectaron a este país con 7.8 Mha de bosques, este país fue afectado por las altas temperaturas debido al cambio climático, una moneda común en el resto del mundo.

“Quedan seis años hasta 2030. Para entonces representantes de los gobiernos de varios países del mundo habían prometido detener la pérdida de bosques. Sin embargo los informes muestran que no estamos encaminados a detener la deforestación global, más bien estamos en el sentido inverso”, concluyó Mikaela Weisse.

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