Los bosques tropicales enfrentan un futuro incierto debido al cambio climático. Una nueva investigación publicada en Science da mayor claridad sobre la necesidad de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero para asegurar que estos bosques tropicales pueden continuar almacenando grandes cantidades de carbono en el mundo más cálido del futuro.

Es un hecho bien conocido que los árboles producen oxígeno al realizar fotosíntesis. Otro resultado de este proceso es que los bosques eliminan grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, almacenándolo como carbono. Es uno de los procesos claves para frenar el cambio climático: los árboles de los bosques tropicales del mundo almacenan una cantidad de carbono equivalente a un cuarto de siglo de emisiones por combustibles fósiles.

No obstante, se teme que el calentamiento global pueda reducir este almacenamiento si el crecimiento de los árboles se reduce o su muerte aumenta, lo que aceleraría el cambio climático.

La nueva publicación en la renombrada revista Science, muestra el estudio de un equipo internacional de investigadores que midió más de medio millón de árboles en 813 parcelas de bosques tropicales de todo el mundo, para evaluar cuánto carbono almacenan los bosques que crecen en diferentes condiciones climáticas.

El equipo revela que a altas temperaturas los bosques tropicales continúan almacenando altos niveles de carbono, lo que demuestra que a largo plazo estos bosques podrán aguantar el aumento de calor hasta un umbral de 32 grados centígrados de temperaturas diurnas.

Sin embargo, esta capacidad de seguir almacenando carbono y frenar el cambio climático solo es posible si los bosques tienen tiempo para adaptarse, si permanecen intactos y si el calentamiento global se limita para evitar llevar las temperaturas globales a condiciones más allá de este crítico umbral.

El autor principal, Dr. Martin Sullivan, de la Universidad de Leeds y de la Universidad Metropolitana de Manchester, dijo: “Nuestro análisis revela que, hasta cierto punto de calentamiento, los bosques tropicales son sorprendentemente resistentes a pequeñas diferencias de temperatura. Si limitamos el cambio climático, pueden continuar almacenando una gran cantidad de carbono en un mundo más cálido.”

“El umbral de 32 grados destaca la extrema importancia de reducir urgentemente nuestras emisiones para evitar empujar demasiados bosques más allá de la zona de seguridad. Por ejemplo, si limitamos el aumento de las temperaturas promedio globales a solo 2°C por encima de los niveles preindustriales, esto empujaría a casi tres cuartos de los bosques tropicales por encima del umbral de calor que identificamos. Cualquier aumento de temperatura adicional conducirá a pérdidas rápidas de carbono forestal.”

Los bosques liberan dióxido de carbono a la atmósfera cuando la cantidad de carbono almacenada durante el crecimiento de los árboles es menor que la perdida por la mortalidad y la descomposición de los árboles.

El estudio es el primero en analizar la sensibilidad climática a largo plazo basada en la observación directa de bosques enteros a través de los trópicos. La investigación sugiere que, a largo plazo, la temperatura tiene el mayor efecto en las reservas forestales de carbono, al reducir el crecimiento; la sequía es el segundo factor clave al matar árboles. Los investigadores concluyen que los bosques tropicales tienen una capacidad para adaptarse a algunos cambios climáticos a largo plazo, en parte debido a su alta biodiversidad, ya que las especies arbóreas más capaces de tolerar nuevas condiciones climáticas crecen bien y a largo plazo pueden reemplazar especies menos adaptadas.

Pero maximizar esta potencial resiliencia climática depende de mantener los bosques intactos.

La profesora Beatriz Marimon, de la Universidad Estatal de Mato Grosso en Brasil, coautora del artículo, estudia algunos de los bosques tropicales más cálidos del mundo situados en el centro de Brasil. Ella señaló: “Nuestros resultados sugieren que los bosques intactos pueden resistir algunos cambios climáticos. Sin embargo, estos árboles tolerantes al calor también enfrentan amenazas inmediatas de incendios, la deforestación y la fragmentación. Para lograr la adaptación climática, es necesario proteger y conectar los bosques que quedan.”

En Bolivia, Vincent A. Vos, uno de los investigadores que aportó al estudio a través de las parcelas de monitoreo manejados por la Universidad Autónoma del Beni, indica. “El estudio da mensajes claves para los gobiernos. Este estudio muestra un límite muy claro: con una temperatura diurna promedio arriba de los 32ºC los bosques morirán. Este límite está muy cerca. Si Bolivia, por ejemplo, sigue fomentando la ampliación de la frontera agropecuaria, las temperaturas en pocos años pueden llegar arriba de este umbral, provocando que los bosques empiecen a morir a gran escala.”

Para Vincent Vos no solo se pierden los bosques deforestados para abrir espacio para la ganadería y agricultura mecanizada, pero también se corre un riesgo muy real ya que se morirán los demás bosques tropicales de Bolivia, y con ellos su enorme biodiversidad, y aún más preocupante, sus múltiples beneficios ecosistémicos.

El investigador boliviano Vincent A. Vos realiza mediciones en una de las parcelas en la Amazonia boliviana. Foto: Vincent A. Vos. Instituto de Investigaciones Forestales de la Universidad Autónoma del Beni, Riberalta.

”Sin bosques el clima será insoportable, Bolivia sufrirá desastrosas sequías, inundaciones y otros efectos climáticos cuyas consecuencias económicas son decenas de veces mayor que los beneficios económicos que podríamos obtener a corto plazo por apostar al modelo del agronegocio”, expresó Vos.

Alejandro Araujo Murakami, investigador boliviano y coautor del estudio menciona que, ”en Bolivia además del problema de la deforestación, la degradación forestal es otro gran problema en los bosques del sur de la Amazonia.”

Arjaujo indica que en Bolivia, anualmente se incendian en promedio aproximadamente 3.5 millones de ha, de las cuales 30% son bosques, y una buena porción de estos bosques sufre de incendios recurrentes que reducen significativamente el almacenamiento de carbono de ipso facto durante el incendio (impacto) y gradualmente (efectos) en el tiempo, productos de las lesiones ocasionadas a la masa forestal.

”Entonces, en Bolivia estamos perdiendo bosques en cantidad por deforestación y en cualidad por degradación. Además, el estudio demuestra que otra amenaza latente para nuestros bosques es el cambio climático. Es decir, que la temperatura promedio diaria supere los 32ºC”, indicó Alejandro Araujo.

Mira en este video parte del trabajo de medición que realizaron los investigadores bolivianos

Otro autor del estudio, el profesor Oliver Phillips de la Universidad de Leeds, dijo: “Reducir las emisiones de carbono lo suficiente como para mantener los bosques tropicales dentro de la zona de seguridad será muy difícil. Mantener nuestro planeta y a nosotros mismos saludables nunca ha sido tan importante. En este momento, la humanidad tiene una oportunidad única para hacer la transición hacia un clima estable.”

“Si después de la crisis actual del COVID-19 volvemos al modelo de desarrollo conocido, no podemos asegurar que los bosques tropicales sigan siendo grandes reservas de carbono. Protegerlos del cambio climático, la deforestación y la explotación de fauna debe estar al frente y al centro de nuestro esfuerzo global por la bioseguridad.”

“Imagine si aprovechamos esta oportunidad para restablecer la forma en que tratamos a nuestra Tierra. Podemos mantener nuestra casa lo suficientemente fresca como para proteger estos magníficos bosques y mantenernos a todos más seguros.”

Las redes científicas que permitieron este estudio

Los conocimientos sobre cómo los bosques tropicales del mundo responden al clima solo fueron posibles con décadas de cuidadoso trabajo de campo, a menudo en lugares remotos. El equipo global de 225 investigadores combinó observaciones forestales en América del Sur (RAINFOR), África (AfriTRON) y Asia (T-FORCES). En cada parcela de monitoreo, se usó el diámetro de cada árbol y su altura para calcular cuánto carbono almacenaban. Las parcelas se revisitaron cada pocos años para ver cuánto carbono se estaba absorbiendo y cuánto tiempo se almacenaba antes de que los árboles murieran.

Mediciones de árboles en Gabón. Créditos: Simon Lewis, Universidad de Leeds

Para calcular los cambios en el almacenamiento de carbono fue necesario identificar cerca de 10,000 especies de árboles y más de dos millones de mediciones de diámetro de los árboles, en 24 países tropicales. Según el profesor Simon Lewis de la Universidad de Leeds y de la University College London: “La cantidad de carbono absorbido y almacenado por los bosques tropicales es un elemento crucial en la forma en que la Tierra responde al cambio climático.”

“El estudio subraya por qué la colaboración en investigación científica a largo plazo es esencial para comprender los efectos del cambio ambiental. Los científicos necesitan trabajar juntos más que nunca, ya que monitorear la salud de los grandes bosques tropicales de nuestro planeta es vital para todos nosotros.”

Foto de portada: imágenes del trabajo de medición de árboles en una de las parcelas en la Amazonía boliviana. Créditos: Vincent A. Vos. Instituto de Investigaciones Forestales de la Universidad Autónoma del Beni, Riberalta.

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