Por RAI

Más de 2.500 ranas gigantes del Titicaca fueron decomisadas por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) del Perú, la Policía Nacional de este país y oficiales de Aduanas. Los anfibios, estaban amontonados en cajas de maderas cerradas dentro de un bus de la empresa de transportes Perú Bus que se dirigía a la ciudad de Lima y se presume, según las autoridades, que iban a ser distribuidas para la preparación de jugos.

Según una publicación de SERFOR, debido a la cantidad de ejemplares decomisados, las autoridades peruanas presumen que estas iban a ser utilizadas en los mercados de Lima como insumo en la preparación de extractos de ranas, una creencia popular infundada de que estos jugos ayudan a curar enfermedades respiratorias, que tienen fines tonificantes o supuestos poderes afrodisiacos.

Ranas gigantes del Titicada decomisadas. Foto: SERFOR/Perú

Estas creencias producen que miles de estas ranas sean extraídas de su hábitat natural para luego ser transportadas en cajas, en condiciones de hacinamiento y bajo pésimas condiciones de salubridad. Muchas de ellas, para terminar licuadas en brebajes.

Una investigación de Mongabay Latam reveló el 2017 que esta especie de ranas también eran demandadas en grandes cantidades en la ciudad de El Alto, Bolivia, para ser usadas dentro de jugos medicinales. Aunque el artículo menciona que hoy la venta de estas bebidas no se ve en la urbe alteña, según información recolectada, un solo vendedor de estas bebidas puede llegar a utilizar entre 500 y 1000 ranas al mes en la elaboración de sus licuados.

El tráfico ilegal de ranas gigantes del Titicaca es una de las amenazas que tiene la Telmatobius culeus. Foto: SERFOR/Perú

La rana gigante del lago Titicaca (Telmatobius culeus) está categorizada en Peligro Crítico (CR) de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y solo se la encuentra en el lago altiplánico que comparten Bolivia y Perú.

El personal de SERFOR informó que las ranas decomisadas fueron trasladadas a los centros de investigación de las Universidades Ricardo Palma y Cayetano Heredia, en donde se determinará su estado sanitario.

Foto de portada: SERFOR/Perú

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