Por RAI

La última vez que alguien vio con vida a un sapo Arlequín de Mindo (Atelopus mindoensis) fue el 7 de mayo de 1989, en la provincia Pichincha, en Ecuador. Algo que cambió el 11 de agosto de 2019, cuando investigadores observaron nuevamente a un ejemplar de esta especie. El anuro, se encontraba descansando por la noche en una hoja sobre el suelo de un estrecho sendero en una reserva privada de bosque nublado y arroyos prístinos al noroeste de este país.

El anuncio fue publicado el pasado 14 de abril de 2020 en la revista científica Herpetology Notes. Un redescubrimiento que fue considerado por los mismos investigadores como un milagro de la resistencia de la naturaleza, ya que de todos los sapos Arlequín extintos de Ecuador, el Sapo Arlequín de Mindo fue denominado como el más difícil de redescubrir, debido a los que bosques nubosos donde vive son los más documentados del país y nadie había visto un espécimen en 30 años.

“En el momento en que vi ese pequeño sapo verde, reconocí instantáneamente que era algo que sorprendería a la comunidad científica” le dijo César Barrio-Amorós, autor principal del estudio y uno de los biólogos que encontraron al sapo a Tropical Herping. “El descubrimiento de esta población relíctica ofrece una oportunidad única de vigilar y estudiar la especie para saber por qué ha disminuido”.

Juvenil vivo de Atelopus mindoensis, el primero visto en más de tres décadas. Créditos: cortesía de Alejandro Arteaga / Tropical Herping www.tropicalherping.com

El sapo Arlequín pertenece al género Atelopus, un género de vertebrados que ha sufrido una de las disminuciones de población más dramáticas, a lo largo de su rango de distribución en el Neotrópico.

La publicación científica indica que Ecuador posee el segundo número más alto de especies, con 25 de ellas, de las cuáles 18 (72%) son endémicas del país. Pero trece de estas 25 especies no han sido vistas desde finales de la década de 1980 o principios de 1990. En consecuencia, las 25 especies están categorizadas como Amenazados según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y 10 están catalogadas como en Peligro Crítico, por la UICN.

Según indicó el investigador Barrio-Amorós a la organización Tropical Herping, recientemente varias especies de sapos arlequines han vuelto de la extinción. ‘’Posiblemente, lo que estamos viendo son poblaciones relictas de baja densidad que se han vuelto resistentes a la quitridiomicosis”, comentó.

La quitridiomicosis es una enfermedad infecciosa causada por el hongo Bd (Batrachochytrium dendrobatidis) y es una de las principales causas de la extinción de especies de anfibios. Los científicos creen que es responsable de la disminución del 30% de algunas especies de ranas los últimos 15 años.

El sapo Arlequín es considerado un anfibio de ”colores navideños”. Créditos: cortesía de José Viera / www.tropicalherping.com

El pintoresco anfibio, de brillantes colores verde y rojo, con motas blancas similares a copos de nieve, es considerado un sapo de colores navideños. Un regalo de la naturaleza y una segunda oportunidad para que las personas intenten salvar a esta especie de la extinción.

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Foto de portada: Uno de los Sapos Arlequín (Atelopus mindoensis) recientemente redescubiertos. El primero visto en más de tres décadas. Créditos: cortesía de José Viera / www.tropicalherping.com

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