De acuerdo con datos publicados en Global Forest Watch, Bolivia ocupó el cuarto lugar de los 10 principales países tropicales que perdieron la mayor cantidad de bosques primarios en 2019, después de Brasil, República Democrática del Congo e Indonesia

Por RAI*

Al parecer, la lucha por poner freno a la pérdida de bosques en Bolivia está lejos de terminar. Y de acuerdo con los datos de la Universidad de Maryland, de Estados Unidos, publicados hoy 2 de junio en Global Forest Watch, nuestro país perdió 290.000 hectáreas de bosque durante el 2019.

GFW indica que la actividad agropecuaria a gran escala fue el conductor principal de la deforestación en Bolivia, especialmente para la siembra de soya y ganadería. En los últimos años, el gobierno implementó varios cambios regulatorios para promover la expansión de la agricultura, entre ellos, la flexibilización de las restricciones sobre la quema controlada apenas unos meses antes de los incendios de 2019.

Los incendios se propagaron fuera de control

Como consecuencia de los incendios, Bolivia tuvo una pérdida de cobertura arbórea sin precedentes, tanto dentro de los bosques primarios como en las zonas forestales circundantes. Y según indica Global Forest Watch (GFW), en el 2019, la pérdida total en el país fue un 80 % más alta que la del año con la mayor pérdida registrada hasta la fecha (que fue 2016).

Para GFW los incendios de 2019 que calcinaron diferentes ecosistemas en Bolivia, fueron resultado de una combinación de condiciones climáticas y actividad humana. Ya que gran parte del fuego probablemente fue iniciado por personas, como ocurre todos los años, para despejar suelos agrícolas para la siembra, pero debido a los vientos persistentes y al clima seco se propagaron fuera de control hacia los bosques.

Bolivia ocupó el cuarto lugar de los 10 principales países tropicales que perdieron la mayor cantidad de bosques primarios en 2019, después de Brasil, República Democrática del Congo e Indonesia. Fuente: Global Forest Watch

En su reporte, GFW indica que el departamento de Santa Cruz fue donde los bosques se vieron más afectados por los incendios, apuntando a Santa Cruz como el epicentro de la actividad agropecuaria a gran escala de Bolivia. Así también, la organización menciona que se quemó casi un 12 % de la superficie del Bosque Seco Chiquitano, el que posee una gran biodiversidad. Los expertos consideran que la recuperación total de este bosque único, que se vio especialmente afectado, podría llevar cientos de años.

Datos de Global Forest Watch indican que se quemó casi un 12% de la superficie del Bosque Seco Chiquitano en los incendios de 2019. Foto: Eduardo Franco Berton / foto archivo de RAIBOLIVIA

¿Qué es la pérdida de cobertura arbórea?

La pérdida de cobertura arbórea no es lo mismo que la deforestación. “Cobertura arbórea” puede referirse a los árboles en plantaciones y también a los bosques naturales; la “pérdida de cobertura arbórea” es la eliminación del dosel arbóreo debido a causas humanas o naturales, incluidos los incendios. Es así como los datos presentados por GFW no toman en cuenta la restauración o la regeneración, y por lo tanto no se constituyen en un indicador de cambio neto. Sin embargo, al enfocarse en la pérdida de cobertura arbórea dentro de los bosques primarios tropicales húmedos que no han sido alterados, les permite resaltar algunas de las zonas de bosques más críticas del mundo, en las que es probable que la pérdida tenga consecuencias a largo plazo.

¿Cómo afectará la pandemia a los bosques del mundo?

De acuerdo con GFW la pandemia del coronavirus plantea más amenazas para los bosques del mundo en los meses y años por delante. Y a corto plazo, los bosques pueden verse afectados por una falta de vigilancia y control, lo que puede dar lugar a una mayor incidencia de desmonte ilegal e incendios. En lo que respecta al mediano plazo, el deterioro de la economía y las medidas de estímulo pueden dar lugar a una mayor pérdida de bosques, a medida que los países intentan estimular sus economías con industrias de extracción, como sucedió con Indonesia durante la crisis financiera en Asia.

Para GFW, en lugar de sacrificar los bosques en aras de una recuperación económica, que solo conducirá a complicaciones futuras para la salud y las fuentes de sustento de millones de personas en todo el mundo, los gobiernos deben invertir en la restauración y administración eficiente de los bosques. Algo que creará fuentes de trabajo, contribuirá a economías más sustentables y protegerá los ecosistemas forestales que el mundo necesita.

Global Forest Watch realiza un monitoreo de los bosques del mundo diseñado para la acción, y ofrece datos, tecnología y herramientas que buscan empoderar a que las personas en todas partes protejan de una mejor manera sus bosques.

De acuerdo con los datos de 2019 de GFW, los trópicos perdieron 11,9 millones de hectáreas de cobertura arbórea. Casi un tercio de esa pérdida, 3,8 millones de hectáreas, ocurrió en bosques primarios tropicales húmedos, que son zonas de selva tropical madura especialmente importantes por su biodiversidad y almacenamiento de carbono. Esto es como perder una superficie de bosque primario equivalente a un estadio de fútbol cada 6 segundos durante todo un año.

*Con datos de Global Forest Watch

Foto de portada: pérdida de bosques en el municipio de San Buenaventura, La Paz. Créditos: Eduardo Franco Berton, publicada en Mongabay Latam

Comparte este artículo por: