Por RAI

Cada inicio de año representa también nuevos retos para el medio ambiente. Por ello, en la RAI, conversamos con el Ing. Forestal Jorge Landívar Cabruja, quien es el director del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) Amboró, una de las 22 áreas protegidas nacionales que tiene Bolivia, para que desde su mirada y experiencia en este campo nos comente cuáles considera son algunos de los desafíos que deben asumir estos sitios naturales este 2018.

Apoyo en la defensa, coordinación interinstitucional y comités de gestión

Según Landívar, será necesario un mayor involucramiento de las Fuerzas Armadas y Policía sobre el mandato constitucional relacionado a la defensa de los recursos naturales. ”Para el caso de las áreas naturales protegidas, en aquellas que por sus ubicaciones geográficas, albergan altos valores de biodiversidad acechados por el comercio ilegal de especies, tomando en cuenta que este constituye la cuarta actividad ilegal más rentable del mundo, superada solo por los tráficos de drogas, armas y trata de personas”, indicó.

Para Landívar, en algunos casos, según la intensidad de la problemática, se espera el establecimiento de Puestos Militares de Control a la Explotación Ilegal de Recursos Naturales en forma exclusiva, lo cual debe ayudar a erradicar la cacería, pesca y tala de árboles maderables.

De similar manera, el director del Amboró indicó que los Gobiernos Autónomos Departamentales y Municipales, poseen Patrimonios Naturales que en muchos casos se encuentran en las áreas naturales protegidas, las cuales deben fortalecerse para poder efectivamente mantener a perpetuidad la riqueza contenida en ellas. Esto se debe realizar a través de las oportunidades actuales para el establecimiento de Convenios de Cooperación Interinstitucional, que coadyuven en fortalecer la administración de estos sitios naturales.

Asimismo, Landívar opina que se debe continuar en unos casos, reorganizar en otros y mejorar en los demás, la participación social a través de los Comités de Gestión de las Áreas Protegidas, dado que desde allí se realiza la fiscalización local, resolución de conflictos, propuestas y proyectos, evaluación de gestión, fortalecimiento y otros elementos de suma transcendental en la administración de las áreas protegidas.

Inversión del sector productivo en las áreas protegidas

Respecto al tema económico, Jorge Landívar opina que el sector privado productivo del Oriente Boliviano, basado en la agricultura, pecuaria y la agroindustria, es un potencial candidato a actuar con Responsabilidad Socio-Ambiental Empresarial para invertir en el fortalecimiento de la protección y preservación de los elementos naturales de suelo, agua, vegetación nativa, fauna silvestre y en los factores ambientales como humedad, temperatura, vientos y lluvias, entre otros. Según Landívar, esos elementos y factores se constituyen en algo vital para los sistemas productivos del sector productivo, que sustenta una economía local, regional y nacional basada en los diversos usos de recursos de la naturaleza.

Y con ello, ”se pretende incidir en diferentes ámbitos y esferas para obtener un mayor número de Técnicos y Guardaparques, lo cual es de mucha necesidad y traerá grandes beneficios a las áreas naturales protegidas actualmente con personal insuficiente para desarrollar una administración eficiente, un manejo eficaz y una gestión efectiva de beneficios locales y globales”, manifestó Landívar.

Fondos de conservación y gestiones de turismo

Jorge Landívar afirmó que se deben realizar actividades y acciones con tendencia a concretar Fondos de Agua que cooperen en la sostenibilidad financiera de las áreas protegidas de diferentes niveles, nacionales, sub nacionales y/o patrimonios naturales con algún grado de protección.

Asimismo, Landívar indicó que es necesario realizar gestiones para incrementar el flujo turístico hacia los sitios turísticos naturales, culturales e históricos en los municipios donde se encuentran asentadas las áreas protegidas. Esto como una forma correcta y justa de avanzar juntos y lograr mayores beneficios, mediante la complementariedad de atractivos, conservación, sostenibilidad, distribución de ingresos e inversiones locales.

Apoyo de agencias de cooperación a las AP, ejemplo JICA-Bolivia

En el caso específico del área protegida Amboró, Landívar manifestó que se esperan buenas perspectivas de una muy probable cooperación del JICA-Japón hacia este sitio natural. Algo posible gracias a las gestiones locales que ha realizado y continúa realizando la Dirección del área, la cual quizás sea posible por los próximos cuatro años. Esto por la existencia del Proyecto de Cooperación del Gobierno de Japón y el programa JICA-Bolivia.

Finalmente, Jorge Landívar indicó que se debe concretar la cooperación local, regional, nacional e internacional que coadyuve desde las diferentes regiones, a la Unidad Central del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia en su misión de proteger, conservar y preservar el patrimonio natural y cultural en las Áreas Protegidas Nacionales.

Foto de portada: caída de agua en Parque Nacional Amboró / Eduardo Franco Berton

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