• El Aguaragüe aún no cuenta con un Plan de Manejo, lo que dificulta su gestión.
  • La primera tarea a encarar es la elaboración de un Plan de Remediación Ambiental

Por Miriam Telma Jemio (RAI)

El Servicio Nacional de Áreas Protegidas buscará el financiamiento necesario para realizar la eliminación de acuerdo a norma de los pasivos ambientales que contaminan el suelo y agua del Parque Nacional Aguaragüe, ubicado en la provincia Gran Chaco de Tarija, al sur de Bolivia.

La RAI publicó la semana pasada la investigación La mancha negra se extiende sobre el Aguaragüe en la que se revela que cinco de 41 pozos inventariados en el Parque Nacional Aguaragüe, administrado por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), representan un nivel de riesgo alto de contaminación. Con lo cual se respalda las denuncias realizadas en la última década por los indígenas guaraníes que habitan la zona desde tiempos ancestrales.

Se trata de datos oficiales presentados por el gobierno y la Unión Europea, tras la ejecución de un proyecto por ONU Medio Ambiente (PNUD) y los ministerios de Medio Ambiente e Hidrocarburos, entre los principales. El director de Monitoreo Ambiental del Sernap, Leonardo Uruchi, informó a la RAI que tienen previsto analizar esta semana los resultados de ese proyecto, los cuales recién conocieron a mediados de enero.

“Haremos un análisis de con el personal de monitoreo del Aguaragüe, porque es necesario contrastar in situ toda la información”, explicó Uruchi. El Sernap está en pleno trabajo de contratación del personal técnico para esa área protegida, que aún no cuenta con un plan manejo lo cual no les permite realizar una gestión adecuada del mismo.

Una vez que tengan toda la información verificada, la Dirección Ejecutiva del Sernap tiene planificado realizar reuniones con entidades que puedan financiar la remediación ambiental. Antes se tiene que elaborar el Plan de Remediación Ambiental que estaba entre los productos que debían ser entregados por el Proyecto ejecutado por el PNUD y entidades del Ejecutivo. “El presupuesto no alcanzó para concretarlo”, dijo Ruth Zenteno, técnica en Monitoreo y Seguimiento del Sernap.

Para Jorge Campanini, investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), el proyecto aporta nuevos datos que hasta ahora no habían sido identificados por la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos – YPFB Chaco, la cual está a cargo de las exploraciones y explotaciones hidrocarburíferas en el Aguaragüe.

YPFB Chaco ya inició un proceso de remediación ambiental en algunos pozos abandonados en la década de los años 90, antes de ese trabajo un equipo de investigadores del Cedib, evaluó la calidad del agua en algunos puntos de quebradas afectadas por los pasivos aguas arriba, en el Aguaragüe. Campanini recuerda que en algunos la presencia de hidrocarburos estaba muy por encima de la norma. “Luego de la intervención de pozos (por YPFB) hubo un sector que bajó sus niveles, principalmente en Sanandita. Pero en zonas como Caigua e Itavicua eran elevados”, dijo a la RAI.

La contaminación en los Sanandita y Los Monos

Los datos oficiales, resultado de una investigación iniciada en 2014, señalan que en el campo Sanandita, el pasivo ambiental hidrocarburífero SAN-12 presenta fugas de gas provocado posiblemente por daños en su estructura.

En los suelos adyacentes al pozo SAN-13, cuya estructura está probablemente cubierta por un deslizamiento, existen altos niveles de hidrocarburos totales de petróleo y benceno tolueno etilbenceno xileno (compuestos orgánicos volátiles que se están en los derivados del petróleo); así como en los sedimentos de la quebrada que se encuentra a 35 metros de los pasivos.

En el campo Los Monos, los pozos LMS-X1 y LMS-6 presentan fugas de gas por daño en sus estructuras. El pozo LMS-10, con los mismos problemas, filtra hidrocarburos líquidos.

En el Aguaragüe, el impacto ambiental más severo de los pasivos ambientales de los pozos SAN-12, LMSX1 y LMS-6 se da en el aire, por la emisión de gas constante a la atmósfera.

“Es una vulnerabilidad alta porque esa fuga es perceptible en el medio, por lo que es necesario implementar medidas de cierre”, señala el informe del Proyecto administrado por el PNUD y ejecutado por entidades del Ejecutivo.

El pozo LMS-10 representa un impacto ambiental severo para el factor agua, porque las concentraciones de hidrocarburos totales de petróleo están por encima de los límites permisibles del Reglamento Ambiental del Sector Hidrocarburos.

En los suelos adyacentes al pozo SAN-13, cuya estructura está probablemente cubierta por un deslizamiento, existen altos niveles de hidrocarburos totales de petróleo y benceno tolueno etilbenceno xileno (compuestos orgánicos volátiles que se están en los derivados del petróleo); así como en los sedimentos de la quebrada que se encuentra a 35 metros de los pasivos.

En el campo Los Monos, los pozos LMS-X1 y LMS-6 presentan fugas de gas por daño en sus estructuras. El pozo LMS-10, con los mismos problemas, filtra hidrocarburos líquidos.

El Parque Nacional sin Plan de Manejo

El Parque Nacional Aguaragüe fue creado en el año 2000, sin embargo hasta la fecha no cuenta con un Plan de Manejo.  En el Sernap afirman que en varias gestiones intentaron elaborar el plan pero no se llegó a concluir. En 2015, contrataron a una consultora para que haga ese trabajo, sin embargo no cumplió con el tiempo establecido para ese trabajo.

“Hubo contratiempos. El Plan de Manejo debía estar listo para fines de 2017. Ahora (enero) deberíamos estar firmando las resoluciones para ponerla en vigencia, pero se tiene que contratar a otra para terminar de elaborarlo”, lamentó Uruchi.

El plan de manejo es un instrumento de ordenamiento espacial que coadyuvan a la gestión y conservación de los recursos de las áreas protegida y contienen las directrices, lineamientos y políticas para la administración del área, modalidades de manejo, asignación de usos y actividades permitidas.

Sernap buscará financiamiento para  la remediación ambiental  en el Aguaragüe

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